viernes, abril 28, 2006

16 CALLES: "THE GAUNTLET"

16 Calles.
(16 Blocks, 2005)
D.: Richard Donner.
G.: Richard Wenkt.
I.: Bruce Willis, Mos Def, David Morse, Tig Fong, Cylk Cozart.
Duración.: 108 minutos. Color.

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Richard Donner no ha dado aún su último tiro. Los que lo dábamos perdido filmando pseudoseries B decadentes como Timeline y otras olvidables películas nos podemos ir tragando nuestras palabras, pero un error como este no merece más que celebrarse.

Richard Donner para quien no lo sepa es el mayor y uno de los mejores artesanos del “late Hollywood”, un hábil director que sabe conducir con sobriedad y clase cualquier clase de espectáculo cinematográfico. Arma Letal; Superman; La profecía o Los Goonies son sanos ejemplos de la cinematografía que ya ha sido objeto de imitaciones y remakes (el inminente estreno de La Profecía lo vuelve a confirmar).

Sin embargo el exceso de secuelas de las aventuras de Riggs y Murtaugh, y sobretodo la ausencia de Shane Black en ellas confirman que Donner llevaba un cansancio a reformular siempre los mismos clichés. Pero en 16 Calles borda su historia por sus medios. Así el peculiar (anti)héroe de la película, Jack Mosley, un policía cojo, gordo, ojeroso, alcohólico y cansado pero con una última posibilidad de redención es la historia de Donner, un director gastado con al menos un disparo más.

De acuerdo, la historia es la clásica buddy movie, pero aquí no estamos ante los delirios de Michael Bay, ni otros cineastas videocliperos y explosivos. Y hay más lecturas, que nunca son gratuitas. ¿Recuerdan Ruta Suicida (The Gauntlet) ese maravilloso divertimento que nadie pareció querer entender?

Pues en susodicho film dirigido/protagonizado por Clint Eastwood, encarnaba a Ben Shcokley, un detective completamente torpe y borracho, pero también con un mínimo de principios a los que no va a renunciar. Desmitifcando con ironía a Harry Callahan, Eastwood bordaba un clásico del thriller setentero con un famosísimo tiroteo a un autobús. Aquí vuelve a aparecer el tiroteo al autobús, pero esta vez el antihéroe es un Bruce Willis genial, que decide desmitificar al muy duro héroe John McClane de La jungla de cristal (el perfecto equivalente reciente a la saga de Callahan).


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Lo que prima aquí es narrar y entretener con un oficio que ya no es nada habitual ; y lo consigue. Sobra la moralina final (y un tremendamente chirriante Mos Def) y le borra todo ese airazo de apuntes de noir que habían desarrollado el personaje de Mosley pero aún así es uno de esos productos que despiertan la simpatía de los nostálgicos del mainstream de antaño.

4 comentarios:

John Trent dijo...

Se ve que el cine de terror que triunfaba hace una y dos decadas a pasado al olvido, al menos de los productores, y que cuando les da un venazo y sacan una pelicula de este tipo no tiene demasiado apoyo, aunque este protagonizada por Bruce Willis.
No he visto aun 16 calles, aunque puede que la vea esta semana, no pinta mal.

Listo Entertainment dijo...

Con su permiso, copipasto esta post en lacinefilia, que si no se nos muere de inanición.

Mycroft dijo...

El mainstream ya no es lo que era...a ver si artesanos como este lo reconstruyen un poco...

Anónimo dijo...

Entretenido film de acción, competentemente narrado por ese buen artesano en el que se ha convertido el ya bastante maduro Richard Donner.
Está bien narrada, mostrando con claridad los hechos.
Tiene fuerza en las escenas de acción y los personajes, en un principio arquetipos y bastante tópicos, van mostrando poco a poco su lado humano y más sensible.
Y esto es lo mejor de la película, no el argumento policial en sí, ya visto en otros trabajos anteriores, sino en el desarrollo humano de los personajes.
Al comienzo, por ejemplo, el personaje co-protagonista no puede ser más convencional. Diciendo paridas casi constantemente. Un personaje ya muy visto a estas alturas. Pero, poquito a poco se nos va haciendo simpático y al final verdaderamente entrañable. Y esto es, claramente, un acierto de guión.
Por lo demás, no demasiado. Entretiene bastante y deja al finalizar un buen sabor de boca. No se ha visto nada realmente nuevo ni imaginativo, pero da lo que se pretende: ciento y pico minutos de buen pasatiempo. No es poco.

Un saludo a tod@s.

Iñaki