sábado, abril 29, 2006

THE 25th HOUR: “FUCK YOU”

La ultima noche.
(The 25th Hour, 2002)
D.: Spike Lee.
G.: David Benioff sobre su propia novela.
I.: Edward Norton, Rosario Dawson, Barry Pepper, Philp Seymour Hoffman, Brian Cox, Anna Paquin, Tony Siraqusa.
Duración.: 134 minutos. Color.

BSO:
Terrence Blanchard - 25th Hour Finale.
Bruce Springsteen - The Fuse.

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Tal y como leí en algún lugar que nunca recordé después Spike Lee es un cronista de Nueva York en sintonía con Woody Allen. La diferencia estriba en que Allen es un judío intelectual de Manhattan, y Lee un negro de Brooklyn. Y eso se nota. No faltan las reflexiones sobre las relaciones entre los seres humanos, pero la población de color que tiene en su pasado una esclavitud imborrable que nunca ha dejado de desaparecer, asume estas historias de una perspectiva muy distinta.

Tras los atentados del 11S Lee tomó un nuevo rumbo en su carrera que a juzgar por lo que viene diciendo la crítica continua en su segunda cinta de género (siempre hay alguien que olvida sus Clockers ) recientemente estrenada, Plan Oculto. La que hoy nos ocupa es la cinta que se estrenó antes (aunque no la que rodó antes, después viene la aún inédita She Hate Me ) una historia que se distingue de las otras (como Summer of Sam ) por alejarse de la temática plenamente racial.

La premisa inicial es la narración del último día en libertad de Monty Brogan, un traficante de drogas atrapado por el DEA, que se debate sobre si su novia Naturelle Riviera le delató, y pasará la noche reencontrándose con su padre, y sus dos mejores amigos.

Así el director reduce los personajes y los actores toman por lo tanto mucho papel. Edward Norton un actor que lleva años sin prodigarse por esos grandes tours de force que le dieron su merecida fama, borda un personaje y lo llena literalmente de matices. Le acompañan un Barry Pepper que demuestra que debería ser más explotado por papeles mejores, y los siempre sensacionales Philip Seymour Hoffman, Rosario Dawson, Brian Cox y Anna Paquin.

Spike Lee además usa sus mejores virtudes estilísticas en este film. Por un lado su siempre sensacional equipo técnico se redondea con la presencia del siempre extraordinario cámara Rodrigo Prieto, y por el otro el montaje de Lee siempre rítmico confluye muy bien con los imprescindibles ritmos que tan bien compone un majestuoso Terrence Blanchard, como siempre Lee crea musicales sin números, donde la música es un estado de ánimo.

El argumento en apariencia sencillo presenta numerosas discontinuidades en su historia que lo hacen más atractivo, y digresiones varias. En concreto dos: el mónologo ante el espejo y la visión final. No revelaremos más, pero ahí Lee adquiere toda la fuerza que tiene su cine desde los tiempos de Do the right thing. La furia, la rabia, la pasión. La sensación de desarraigo e impotencia que vive Nueva York tras el 11S es reflejada por la película desde su inicio y es una referencia continuada y nada gratuita. Esta película es el retrato de un momento cargado de rabia e intolerancia. En este sentido La última noche presenta de un modo mejor incorporado todo el discurso de Crash (el film de Haggis) pero además tampoco pierde el otro sentido a su historia.

El otro sentido es el retrato de un personaje desamparado que empieza a plantearse su vida justo cuando quizás ya la haya sentenciado. Y estos dos temas confluyen en Lee con una fuerza que no denota para nada falsa trascendencia. Todo está calculado y los momentos climáticos son los justos.

Tampoco esquiva Lee a unos sabrosos personajes secundarios, que es capaz de retratar con una línea de diálogo y que también en cierta medida los hace partícipes del viaje sin retorno que va a iniciar Monty Brogan. Y ahí vuelve a incar el diente étnico que puebla la Gran Manzana, haciendo un homenaje a un Nueva York que después del 2001 quizás ya no vuelva. También hace apuntes de noir retratando con ciertos aires scoresianos los ambientes en los que se mueve Brogan, pero esto se queda ahí, en vagos apuntes que quedan sometidos a una historia que no necesita para nada amoldarse a un género estricto. Ya es elocuente por si sola. Como siempre Lee borda sus característicos travellings que atraviesan por delante y siempre por dentro a sus personajes.
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Y al revisarla compruebo que The 25th Hour no ha perdido ápice de su importancia ni de su grito ahogado de rabia. Mientras que Edward Norton grita Fuck You ante su espejo (otro eco scorsesiano) todos nosotros contemplamos impasibles nuestros errores, como los amigos de Brogan. Como el caído World Trade Center, ya no hay remedio posible. La música de Blanchard continua grabada en mis oídos, y cualquier mero apunte que haya hecho con anterioridad no hace justicia a toda la perfección que deslumbra la que quizás sea la mejor película de Lee.

7 comentarios:

Señor Toldo dijo...

Una maravilla y de las más grandes combinaciones de talentos de lo que llevamos de 2000.

She Hate Me es un bodriazo increible que no se comprende que hiciera después de esta genialidad. No merece en absoluto la pena, ¡ni siquiera Monica Bellucci enseña nada!

Cle dijo...

Enorme filme este de La hora 25! Quizá me atreva con Plan oculto, aunque con ciertos temores tras los comentarios que pude leer por ahí. Saludos!

John Trent dijo...

Buenisima, muy cercana (si es que no lo es) a la obra maestra. Todo es grandioso y encaja a la perfeccion en esta joya.

Anónimo dijo...

Y cómo está Philip Seymour Hoffman, Dios mío, qué pedazo de actor!!!

Saludos

Anónimo dijo...

Excelente film de Spike Lee, que recupera el pulso un tanto perdido tiempo atrás.
La historia es interesante y el planteamiento y posterior desarrollo poseen un vigor y fuerza extraordinarios. Sus diálogos están impregnados de verdad, resultando creíbles en todo momento. Hay escenas con un sentido de la medida cinematográfica que se ven pocas veces en el cine de hoy en día, como la larga secuencia fija rodada con plano fijo en la que los dos amigos del protagonismo hablan de la suerte del tercero mientras contemplan desde la ventana los trabajos de los operarios en la ahora denominada zona Cero.
Un film singular, con un principio y final que dejan boquiabiertos a los espectadores, magnificados con una soberbia banda sonora a cargo de Terence Blanchard. La orquestación es excelsa.
Muy buenas interpretaciones y bonita fotografía. Una muy buena película.

Anónimo dijo...

que gran actor edward Norotn,me gustan pracicamente todas usu peliculas

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo; una muy buena pelicula, pero una banda sonora mucho mejor.