(The constant gardener, 2005).
D.: Fernando Meirelles.
G.: Jeffrey Caine basado en la novela de John Le Carré.
I.: Ralph Fiennes, Rachel Weisz, Danny Huston, Bill Nighy, Pete Postlethwaite, Pernilla August, Hubert Koundé, Sidede Onyulo.
Duración.: 128 minutos.
Afirma Refo en su reseña sobre Syriana que el cine norteamericano marcado por la era Bush, y superado el silencio pos-11S se atreve a abrir debates siempre serios y comprometidos sobre temas que nunca nos han dejado de resultar lejanos. Y no podía estar más acertado, ya que a pesar de sus pequeños defectos formales (tal y como señala Jordi Costa, una estética con fecha de caducidad y no hay mejor definición) el film de Fernando Meirelles es uno de los thrillers más sólidos de espionaje que he visto en bastante tiempo, y parece reducir a escombros muchas de las intentonas del Hollywood pasado de revivir un género tan en boga en los años 60.
Toma como punto de partida la novela homónima de John Le Carré que es posiblemente el novelista que mejor ha sabido recoger el testigo de Graham Greene en el terreno literario, y convertirse con sus enrevesados thrillers de espionaje en un cronista de la actualidad geopolítica en una sociedad globalizada que se enfrenta siempre con una incurable hipocresía moral a los problemas, y lo conjuga todo en base a una causa y un efecto. Sin embargo, se aleja de ella manteniendo sólo el espíritu, lo cual convierte esta novela en una lectura pendiente, y perfectamente complementaria con la senda que sigue el film.
El escogido para el proyecto fue Fernando Meirelles, y la elección se revela muy correcta, teniendo en cuenta que sólo un cronista del Tercer Mundo, es capaz a través de su peculiar concepción estética, llevar a cabo una historia como ésta (y ya saben lo que me gustó Ciudad de Dios) Sin embargo lo que en un principio me parecía un estilo juguetón ataviado de influencias scorsesianas y un tempo veloz signo de nuestros tiempos, se revela una importante tara para un film demasiado impecable.
El guión corre a cargo del desconocido Jeffrey Caine, que opta por distanciarse de la novela, sin embargo me parece que Caine compone uno de los guiones más sólidos de los últimos tiempos, y sabe matizar bien los aspectos de la novela que prefería destacar (a éstas alturas es ridículo pensar en adaptaciones fieles como símbolo y síntoma de adaptaciones dignas), y le ha quedado brillante.
Meirelles narrativamente se desenvuelve igual de bien que con el trabajo que supuso su revelación, aunque aquí afloja la turbina scoresiana por la que venía marcada su historia de los niños perdidos de la favela. Así prosigue la línea de su anterior trabajo, pero teje una historia de corte más intimista y realista. Esto resulta apasionante, sin embargo, su estética resulta un tanto abusiva, en demasiadas ocasiones, como si Meirelles no tuviese en cuenta la vigorosidad del guión, y ese gran pilar de hierro que suponen los actores.
El excelente Ralph Fiennes, y la ganadora del Oscar por este mismo papel (cabe decir que con toda justicia), Rachel Weisz, son solo parte de un elenco que si bien no resalta por glamour, tampoco le faltan nombres relativamente conocidos como Danny Huston o Bill Nighy que bordan papeles sencillamente escalofriantes.
En cuanto al film en sí, aborda de refilón temas de Ciudad de Dios como una infancia rota por el azar (atención al ataque al poblado) y propone en su estructura una historia de amor, como una especie de toma de conciencia de su protagonista.
El resultado es uno de los thrillers con más capacidad de turbación e inquietud que he visto en mucho tiempo, gracias a una narración que directamente se olvida de todos los convencionalismos que rigen al mainstream, y los lleva hasta un final directamente anti-convencional, que de nuevo, nos hace colisionar con una dura realidad, de la que todos somos partícipes.
Puntuación: 8,5.
Y de BSO, dos cortes sacados del mismo soundtrack del film compuesto por Alberto Iglesias, donde mezcla las músicas étnicas africanas con sus melodías más intimistas.
Alberto Iglesias - Roadblock II.
Alberto Iglesias - Procession.
1 comentario:
Ciudad de Dios es, sin duda, una muy buena pelicula aunque no la octava maravilla del mundo como se empeñaron en hacer ver muchos medios y espectadores.
El jardinero fiel viene igualmente con buenas referencias, la tuya se une a ellas, pero es una pelicula que no me termina de llamar la atencion. Ya opinare con criterio cuando la vea.
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