martes, agosto 15, 2006

APUNTES A LA OBRA DE UN CRONOCRIMINAL

AVISO: Sigan presentando sus links al mejor cuento norteamericano online traducido del siglo XX.... Richard Yates, Philip Roth, Saul Bellow, Richard Ford... (y más) les esperan, ellos aún están disponibles.

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Nacho Vigalondo, es, digámoslo de una vez, el auténtico Mesías de todo el cine español now y su debut tiene una involuntaria aura wellesiana. Pero su obra en el apartado del cortometraje está blindada de lo que todo artista de toda disciplina busca: un sentido personalísimo para traducir cualquier tópico, género o forma, así que el motivo de creación inesperada de todo un fandom alrededor de su figura está más que justificado, y demostrado.

7.35

El dispositivo hacia la fama (o la nominación al Oscar) fue su corto 7.35 de la Mañana que a muchos nos hizo leer su bitácora. Este corto puede entenderse a la perfección como una puesta en imágenes de su ensayo ya mítico de tópicos a no seguir para rodar un cortometraje. Responde prácticamente bien a cada una de ellas, y es formidable observar como huye de las convenciones completamente siendo: una tragicomedia; incorporando un personaje-estrella suicida; un musical. Y no van a encontrar nada igual. La obra tiene el ritmo como para enganchar, y 7.35 (la canción) es uno de los macroéxitos que, a bien seguro, recuperarán en los soundtracks de los films del futuro
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CHOQUE

Choque es una de las piezas más importantes del cine español del nuevo siglo, y es directamente de visión obligada. Hasta ahora supone la máxima eyaculación vigalondiana sobre su universo sólo porqué es su último trabajo, y guste o no este cortometraje es el siguiente tras la pequeña consagración (a nivel popular). El tema abordado aquí son las relaciones humanas y si el realizador piensa abordar de esta manera tan curiosa los esquemas narrativos de los films de acción, y hasta los westerns si se quieren, creo que podemos estar encantados de la vida. Como toda gran obra es desconcertante en su primera visión, fascinante hasta niveles estratosféricos en cada revisión, y funciona como perfecta antagonista a su anterior trabajo: con una extravagancia más interiorizada o quizá no tan llamativa, la película emite con total naturalidad un negro diagnóstico sobre las relaciones sentimentales y el hombre y sus paranoias vitales. Y no es por nada, mejor esto que atragantarme con las artificiosas pretensiones de Closer. La dirección de actores es impecable, y el propio Vigalondo borda otro antihéroe que parece seguir la senda de 7.35: personajes atrapados en su propia visión, este tipejo es una especie de Robin Williams en Deconstruing Harry ; pero aquí nadie se va a poner las gafas, más bien él va a salpicar a todos con su actitud desenfocada.


CÓDIGO: DOMINGO

Domingo es una breve pieza que supone para muchos un trozo de ensalada que precede a Los Cronocrímenes (o sea su debut en el largometraje), y es una pieza que define muy bien la imaginación vigalondiana: como los mejores narradores su estilo parece ingenioso y simple, hasta fácil de imitar. No se engañen. Intenten rodar un corto vigalondiano y saldrán escaldados. Prueben. Y con esto no quiero decir que su influencia no sea vital y necesaria. Su trilogía Código 7 es otro desafío para que le tilden solamente de ingenioso. El realizador sabe que el acto de reformular no es novedoso; pero su corto es un gozoso ensayo sobre gran parte de las historias que rodean a la ciencia-ficción y gran parte de los resortes narrativos que se usan y los tópicos con los que muchas veces se solventan la falta de medios.


NACHOVIGALONDO.COM

Desde su blog Nacho Vigalondo se ha convertido en el Mesías y no precisamente por presunción o vocación: la gran parte de los novísimos cachorros cercanos al cine le piden consulta de forma diaria. Dejando al margen las interpretaciones de psicología fácil el motivo es la cercanía en los referentes culturales del realizador: es más fácil seguir a alguien que se profesa admirador de los Ultimates que la de un seguidor absoluto de la obra de Michel Foucault. Y sin que suene esta frase a menosprecio ahí la clave de que el blog sea una suerte de punto de consulta. Pero no sólo se limita a eso: podemos ver gran parte de los guiones “desterrados” del realizador. Un ejemplo claro es Café Hervido, Café Jodido que responde a la perfecta multidisciplina de gran parte de los creadores audiovisuales de hoy en día, y en su condición de proyecto aparcado cual Arca Perdida, dada su enorme calidad demuestra la creciente ineptitud de toda la producción televisiva estatal… otra vez.

Ahora, que pronto será traducido en aquél entonces, publica a capítulos su guión El chico del año que responde también justamente a las reflexiones de la cultura basura, y qué realmente es estratosférico. El problema señalado por el mismo Vigalondo es… atención… el exceso de diálogos. Exceso de diálogos, es para mí una suerte de concepto estúpido si se usa para señalar algún tipo de… defecto.

La bitácora alberga además la grandiosa posibilidad de que conozcamos otros artistas amigos y contemporáneos del mismo Vigalondo: César Velasco Broca, una suerte de colega dickiano alienígena puede augurarnos un futuro lleno de sueños húmedos de androides. Batan Bruits, la cueva de Velasco Broca, es un lugar ideal para leer Cinco Horas con Mario Bros, una gran novela (del mismo autor de Choque) que de nuevo trasciende el voluntarioso gag del título.


LA BOLITA

Alguien señaló hábilmente en los comentarios de su bitácora que hiciese un favor a sus fans y los cerrara. El comentario en cuestión dejaba claro el peligro que tiene Vigalondo de querer ser absorbido como gurú y sobrepasado en sus tareas de blogger como guía espiritual…. Ocurra lo que ocurra puede ser que pronto haya camisetas con el logo de I was answered by Nacho Vigalondo (sin ir más lejos recibí el elogio suyo de fan con el trasero torcido).

Camiseta o no, este indiscutible icono blogo-cinematográfico nos descubre a cada paso innegables reflexiones y, refleja la vida, a través del inexorable paso del tiempo reflejado en un maravilloso gag: la bolita gris del quicktime.

Sean más Back to the future o La Jetee (o mejor, ninguna de las dos) estos Cronocrímenes (que tiene entre sus producidores a los hermanísimos Scott y en sus actores a Karra Elejalde, la musa Bárbara Goenaga, Candela Fernández, Jon Iniciarte, y claro está Vigalounge) ya tienen un indiscutible icono en la mente de todos los vigalondianos, todos nosotros claro, una momia rosa capaz de proporcionar aliento y halagos a varias generaciones hastiadas de ver Almodóvar como único nombre referente de su propia cinematografía y que no necesitan encontrar (aunque antes si que lo creían) un sustituto ni siquiera una vox populi (no iba esto por Fernando León de Aranoa): sólo un referente cercano, y de paso, un genio de su generación. Sea como sea la bolita siempre tendrá la razón y seguirá gris, marcando el paso inexorablemente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo noooooooooooo, choque es un corto aburrido, aburridísimo y se hace más peñazo sabiendo que el autor puede hacer algo mejor...

Señor Toldo dijo...

Yo también defenderé siempre Choque como un corto fundamental y muy injustamente incomprendido, con mucho más dentro de lo que aparenta y un travelling inicial muy majo. Si es "tan fácil y tontorrón", ¿por qué no lo vemos en el resto de la producción nacional de cortometrajes?, tan llena de productos caducos y de valía efímera (la gracia del momento). Aupa Nacho.

Francisco Ortiz dijo...

Magnífica presentación del tipo, sí.