jueves, noviembre 16, 2006

"AMÉRICA ES TAAAAAAAAAAN BONITA"

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Hace casi una semana en un programa de libros del Canal 33 un detractor de Orhan Pamuk cayó en un error en el que temo caer frecuentemente: basó su crítica en que Orhan Pamuk nos quiere vender aquí al oriental para todos los públicos, Orhan Pamuk es en realidad muy superficial…. Lo criticaba como intelectual y dejaba al margen completamente la obra en sí misma.

Pequeña Miss Sunshine tiene todos los elementos para ser criticada y vilipendiada por su condición de película indie, premiada en Sundance, que aprovecha quizá el tirón de creadores mucho mejores como Todd Solondz, Wes Anderson y compañía ,que nos quiere parecer de calidad y con su banda sonora presuntamente indie como es Sufjan Stevens, y todos haciéndonos la boca con el oportunismo y etcétera

¿Y la obra en sí? Es obvio que bebe de unas fuentes anteriores que le han allanado el camino estéticamente, pero esta obra no es ni quiere ser Solondz ni Anderson y eso, si, tiene un nombre conocido como prejuicios y nada tiene de análisis o crítica. La comparación, aunque tenga intenciones en apariencia de más peso, sigue siendo en este caso pretendidamente impostada para valorar esta obra.

Michael Arndt, el guionista, parece tener una concepción muy clara del arte que se refleja perfectamente en esta película: un arte que sepa llegar a todos y que cada uno de los espectadores pueda extraer su propia moraleja, su propio elemento, y esto es evidente, bordea la autocomplacencia en incontables ocasiones, pero la película contiene las suficientes capas de gracia como para no ser tildada de ello sólo porqué al público le agrade. SI ustedes no empatizan con esta concepción, está claro que esta no es su película y nadie les obliga a verla y no creo que hagan ningún favor a otros directores que les gusten más. La película divierta y resulta muy tierna, y Steve Carrell (un excelente actor que no debería sorprendernos) logra el reconocimiento del público a través de un rol que reviste de una ternura nada almibarada.

John Ford filmó en su día La Diligencia en un contexto sociopolítico que claramente abogaba para la unión para salir juntos del crack-up y esto no debería ser ningún secreto. Arndt refleja esta vez un contexto muy distinto: la América de Bush que es un lugar dónde no se admiten perdedores (¡¿No querrás ser un fracasado?!) y sinceramente la labor de Dayton y Faris es efectiva ya que aúnan con precisión a un estupendo grupo de actores y ejecutan con brillantez uno de los más complejos y nada facilones cantos a la solidaridad dónde encontramos una certera crítica al egoísmo como hacía tiempo que no veía en el cine y sin que ello tenga absolutamente nada que ver con lo políticamente correcto.


Una película inteligente que encuentra en la aparentemente fácil metáfora de empujar todos una camioneta estropeada, o en la nada casual aparición de Proust y Nietzsche un vehículo para contar sin artificios los peligros de una sociedad dónde sólo se tienen en cuenta a los ganadores, especie profundamente individualista.

6 comentarios:

Francisco Ortiz dijo...

Ay, cantos a la solidaridad: qué necesitados estamos de eso.

Anónimo dijo...

Mmmmm... A mí en su día no me llamó tanto la atención. No sé, supongo que si merece la pena acabaré viendola.

Un saludo

Anónimo dijo...

Es la maravilla de este año, para mí, junto a Hijos de los Hombres. Creo que lo que ha hecho Scorsese está bien pero no está a la altura de estas dos producciones.

Ah, Alvy, te dije que te gustaría. A ver si en un rato me veo el screener de "la reina" que me he bajao.

John Trent dijo...

Pues esta ya esperara al DVD, aunque tiene buena pinta. En la Dirigida por hablan de ella como una pelicula pretendidamente corrosiva pero que, en realidad, es una comedia familiar como muchas otras. Yo, sinceramente, no creo que sea asi, pero habra que ver para opinar.

Enrique Ortiz dijo...

qué magnífica reseña.

Anónimo dijo...

"la aparentemente fácil metáfora de empujar todos una camioneta estropeada..."

No es una metáfora fácil para el "vulgo" XD. Pienso que el vehículo es el único lugar donde de hecho la familia está junta compartiendo algo, y algo grande como se ve a lo largo de la peli. Y ese derroche de esfuerzo para que arranque les lleva a todos a descubrir cosas de ellos mismos y de los demás miembros que desconocían.

P.D. No está mal este blog, Alvy.